miércoles, 14 de abril de 2010

Seis meses de blog...

Faltan pocos días para que se cumplan seis meses de la existencia de este blog.
Seis meses que no han pasado en vano.
Seis meses productivos respecto del “ rollo de mi búsqueda”, como a veces me nombro el asunto a mí misma, en el intento por desdramatizar y tomármelo un poco en solfa.
¿Productivos por qué? Por varias razones que paso a contarles.
Porque gracias a este espacio, aún con altibajos, me mantuve escribiendo sobre este tema difícil de digerir a menos que se encuentre una manera de estar constantemente haciendo algo con él; y gracias a haberlo hecho en el blog, no fue un mero soliloquio catártico, sino que se transformó en una vía de encuentro con otros y otras que produjo efectos reales y concretos.
¿Cuáles?
Cuándo en la entrada del 26 de noviembre de 2009, les anunciaba que había creado un grupo en Facebook para familiares y madres de origen, una especie de gesto desesperado, comenté ese día, al no saber ya dónde ni cómo buscar a mi familia biológica, creo que no imaginé que a lo largo de los meses, ese grupo iba a tener un desarrollo tan constante.
Ya que si bien no posee una existencia rimbombante, ni aspira a tenerla, cada uno de los hasta hoy 201 miembros que circulamos por allí, sabemos que CONTAMOS CON ESE ESPACIO, que ahí nos expresamos, nos transmitimos nuestras historias y nuestros momentos de búsqueda, pero que no lo hacemos únicamente como una cuestión catártica ni para sentarnos a esperar que se produzca” el milagro de Internet” y nuestras familias aparezcan. No.
Aunque nunca nos lo dijimos explícitamente, tod@s los que participamos sabemos que estamos allí para TRABAJAR ACTIVAMENTE. Para proponer ideas, caminos posibles a través de los cuales buscar junt@s que nuestras madres y familias de origen se animen a romper ese silencio tan difícil de quebrar en el que posiblemente han estado sumidos la mayor parte de sus vidas.
De ahí que puede vérsenos, exprimiéndonos en conjunto las neuronas, proponiéndonos un@s a otr@s distintos foros con temas nuevos (listado de parteras, s.o.s a nuestras madres de origen en el día de nuestros cumpleaños, y tantos más que irán ocurriéndosenos), alentándonos con palabras solidarias cuando algún espíritu decae, todo eso en un marco de acompañamiento mutuo que cuando menos nos hace bien, y cuando más:¡aspiramos a generar reencuentros!
Y luego está la cuestión de las cartas. Propósito de año nuevo del que hablaba en la entrada del 6 de enero: comenzar a escribir una serie de cartas, poniéndome en la piel de una supuesta madre de origen, ficticia ella, segundo gesto de desesperación de mi parte, casi dos meses después de la creación del grupo en Facebook sin que apareciese (todavía) ninguna madre.
A falta de una madre de las reales que se manifieste decía en esa fecha,¡ me voy a inventar una!¡ Y voy a hacerlo ya ¡ Y lo hice.
Y sucedió algo maravilloso: las leyó una ¡verdadera! madre de origen. Una mujer de Bogotá, Mónica, que habiendo leído la primera carta escribió un comentario en el que mencionaba su gran resonancia interior con los sentimientos de esta madre ( la ficticia) que había entregado una hija en adopción como ella.
Así que espero, pido, que la incorporación de este gran valor como es Mónica a nuestras vidas, y las otras que puedan darse a conocer en el futuro, me libere de cualquier culpa y cargo por algún eventual malestar que pueda haberse generado en alguno de los varios confundidos que interpretaron que era una madre real la que escribía ( igual, nadie se quejó)…
Porque, de verdad, si esas cartas, producen como resultado que mujeres que han entregado hijos en la vida real se sientan identificadas con ellas y animadas a expresarse a partir de leerlas, ¡Bienvenidas sean todas las confusiones que puedan generarnos!
De todas maneras esos sucesivos episodios de confusión fueron realmente conmovedores, y debo decirlo, el impacto que me produjeron me inhibió por un tiempo a continuar el proyecto de escritura de las cartas de una madre ficticia. No quisiera seguir haciéndolo, sin antes recordarles y aclararlo una vez más: la madre de mis cartas no existe en la vida real, es un personaje inventado por mi cabeza, en el intento de entender qué mecanismos, qué dolores, qué sentimientos atraviesan el corazón y la mente de nuestras madres de origen.
Por lo demás, ahora contamos con Mónica, un ser profundo, sensible, con mucho para compartirnos, con quién podemos ayudarnos mutuamente. Y están también los otr@s, esos madres y padres que por el momento se asoman a lo que compartimos, leen lo que escribimos, sin animarse todavía a hablar .Ya lo harán…
.En la espera confiada de este paso de parte de ell@s de la invisibilidad a la visibilidad, sigamos junt@s trabajando, conteniéndonos, aportándonos ideas, ayudándonos en fin con el “rollo” de nuestras búsquedas.
Gracias por leer y participar si lo desean con sus comentarios o bien haciéndose miembros del grupo en facebook.
Estoy feliz de compartir seis meses de vida de este blog con tod@s ustedes.

Mónica/ Laura