sábado, 9 de octubre de 2010

¡Aquí!... ¡Aquí estoy familia biológica!...

Quisiera no decir esto que voy a decir, pero es lo que siento; tengo la sensación de estar hablándole a una pared. A un extraño muro de lamentos, al que día a día vengo a dejar mi pedido de reencuentro con mis orígenes. Un muro que está completamente despojado de todo contenido místico; es más, parece no tener ninguna intención de ayudarme.
Cada vez que escribo algo en este blog, o alguna nota en el grupo de facebook, lo hago con la esperanza nueva, intacta como si se tratase del primer intento, de recibir alguna respuesta, alguna pista, algún comentario al menos…
Escribo con la esperanza y la necesidad de ser leída, de ser descubierta por aquellos que tendrían que encontrarme en la inmensidad de este océano que nos abarca a todos, internet. Sin embargo, a estas alturas estoy empezando a sentirme como alguien que ha naufragado, y se encuentra perdida en una isla desierta; cada tanto arrojo a los cielos una de mis bengalas, pero es cierto que acumulo una decepción tras otra, porque NO PASA NADA. ¿ Estaré escribiendo para nadie?
Hace unos minutos estaba leyendo el primer post de este blog, que fue escrito hace poco menos de un año, el lunes siguiente a la fecha del día de la madre de 2009. Y hay cosas que me impresionan; por ejemplo, no me acordaba de que en ese momento tenía la misma sensación de urgencia que empiezo a sentir estos días, voy a decirlo: estos complejos, difíciles días previos a la fecha de LA MADRE. ¡Ay! (A veces pienso si no sería mejor que ni existiera semejante festejo…).
El caso es que este lunes pasado escribí ese post al que le puse carta “urgente” a mi madre; entonces lo que me impresiona es la fidelidad, la repetición en la secuencia de los sentimientos que despierta este tema en un@.¡Qué bárbaro realmente!
Me acuerdo también de que cuando inicié este blog, su título emergió, salió, nació a la luz ( valga la metáfora) como una especie de grito ¡ Aquí estoy familia biológica!
¡Aquí!¡Hey, aquí!¡en las profundidades del olvido! ¡ Aquí! ¡en los abismos insondables de las cosas que se tapan y se niegan! ¡Allí es donde estoy familia! ¡ vengan a buscarme!
A veces pienso en cerrar este blog .Por lo que escribía en los primeros párrafos; porque me hace mal toparme con la sensación de que nadie escucha, ya que nadie responde…es más, las primeras líneas de esta nota, llevan implícita esa conspiración interna mía.
Pero tengo que reconocer, y lo compruebo al ver lo que me pasa cuando releo lo que escribí aquí mismo antes, que este blog me ayuda a historizarme.
No voy a dejarlo; son demasiadas las pérdidas contabilizadas en este asunto, y este espacio me da la posibilidad de dejar constancia para mí, para “ell@s”, para otros a los que pueda servirles, de lo que ocurre en mi alma, en mi cuerpo, en mi corazón,en mis pensamientos y sentimientos, frente a esta búsqueda tan difícil, probablemente insoluble ( ¡ojalá que no!) que hace, no al único, pero sí a uno de los núcleos centrales de mi vida.
En resumen, este blog es una especie de diario de viaje hacia un reencuentro deseado, a la vez que difícil, muuuuy difícil de lograr, que me interesa compartir con esos otros y otras que peregrinan detrás de la misma búsqueda.
…¡ Aquí estoy familia biológica! ¡Hey! ¡Aquí…!¡ Aquí estamos! ¡Somos muchos buscando!

lunes, 4 de octubre de 2010

Carta urgente a mi madre de origen

Querida madre de origen:
¿Qué mantuvo detenida mi búsqueda esta vez? El cumpleaños de mi marido, que llegó a sus cincuenta. Hicimos una fiesta claro, como corresponde a estos momentos, intentar festejar la vida lo mejor que se pueda.
Bastante gente, más de sesenta personas, un domingo de sol, el jardín lleno de flores recién plantadas y regadas para la ocasión, silloncitos, mesas y manteles distribuidos por sectores, una rica choripaneada y otras cosillas, vino sabroso, una mesa de tortas dulces para chuparse los dedos, y a eso de las cinco de la tarde, un estruendoso canto de feliz cumpleaños resonando en todas las paredes de la casa, para alguien que, humanidad mediante, se merece el cariño, la presencia, la compañía en fin, en un instante de la vida que no deja de tener lo suyo, porque son cincuenta años, con suerte, media vida, es decir, ni más ni menos que el tiempo de vivir que se pasa…
Así es madre, fue un momento intenso, cargado de presencias amigas. No estuviste allí. Tu ausencia forma parte de la larga serie de acontecimientos que no compartimos ni compartiremos, mal que nos pese. Si estaban los padres de él, dos personas grandes ya, con sus achaques pero presentes, y mi madre adoptiva, con sus muchas limitaciones también, pero ahí ( mi padre adoptivo hace años que está postrado en cama). Lo señalo sin reproches, simplemente aludiendo a esta realidad tan fuerte que nos atraviesa, como lo es la de estar indisolublemente unidas por un lazo generado por el hecho de advenir a la vida, pero a la vez aceptar, comprender que esa vida no se compartirá.
Por lo demás, ahora que ya pasó una semana, y voy decantando emociones y acomodando mi cansancio y mis huesos, ya que la corrida de preparativos también fue intensa, quisiera decirte algo que pensé en estos días en relación a “nosotras”.
Es simple: APURATE MADRE Y BUSCAME PORQUE EL TIEMPO DE LA VIDA SE NOS PASA.
Fijate, mi marido ya cumplió cincuenta, Y no deja de sonarme extraño el hecho de que jamás lo viste, no sabes quien es, como piensa, y vaya que es alguien importante en mi vida...
Yo tengo apenas tres años menos que él;también me voy poniendo grande,y no me preocupa tanto por el hecho de que me arrugue, engorde inevitablemente o envejezca ( no te voy a decir que eso no me importa nada…)pero,el hecho de que la vida se me pasa, SE TE PASA...
Sin duda, serás cuando menos, dieciséis, diecisiete años mayor que yo… por favor consideralo. Me interesaría no morirme sin antes conocerte.
Me podés encontrar dando vueltas por acá madre… en este blog, en el grupo de Facebook;tengo expedientes de búsqueda abiertos por todos lados, que La Plata, que la partera Ana María Coria…
Más importante aún, circulo todos los días por las calles de Buenos Aires viviendo la vida, esa misma que, quiero imaginar, vivirás vos.
¿En qué andarás? No me digas que todavía temiendo que salga a la luz nuestra historia…¿cómo explicarte que esa es tan solo una barrera que tenés que animarte a superar? un paso inicial que puede dar lugar a tantas cosas nuevas, buenas…
Dale madre, despertate, reaccioná, escríbime, la nuestra es entre otras cosas, una carrera contra el tiempo…
Quisiera tanto conocerte…
Un abrazo esperanzado

Mónica ( tal vez, solo tal vez, para vos sea Laura)