jueves, 7 de agosto de 2025

Bonus track...encontré hace tres años ya, y recién ahora puedo empezar a contarlo un poco más...


 Movida por la  inmensa emoción y ansiedad que generaba en mi aquel nuevo movimiento de búsqueda, comencé a escribir este texto extra para este espacio, a mediados de 2022, mientras esperaba el último resultado de test de ADN ancestral, el que finalmente me condujo al encuentro con mi familia biológica e historia de origen.

 A lo largo de tres años ( de 2009 a 2012)  este blog, había sido para mí un preciado espacio de libertad de expresión en el que fui volcando las distintas vivencias que iba desatando esta búsqueda a tientas, con más oscuridades que claros la mayoría de las veces.

 Aquí fui relatando emociones y sucesos, incluida una posibilidad concreta de encuentro con una  madre biológica allá por 2011, con quien el test de filiación ( aún no estaba a nuestro alcance el de ADN ancestral)  resultó negativo.Experiencias fuertes, emocionalmente intensas, pero que en todos los casos trajeron consigo la posibilidad de abrir el espectro de conocimiento de este mundo emocionante y complejo que conformamos lxs buscadores de las huellas de origen.

En abril de 2022, una nueva puerta se abrió.Una que  tuvo que ver con el acceso a una de mis ramas genealógicas de origen, gracias a aquel test de ADN ancestral que me hice en julio de 2017, sin demasiada convicción ni expectativa, pero que resultó en llevarme al corazón mismo de una de mis ramas originarias: la familia Cretacotta.

Ese test,al que no le había confiado demasiado en un principio, resultó ser la herramienta, inigualable e insuperable que me llevó hasta la punta misma del ovillo, a través del encuentro en la plataforma con un primo algo lejano, pero no tanto, con quien resultó que compartía 176 centimorgans. Lo que se abrió allí fue un camino de acceso, la posibilidad de avanzar,para llegar desde este pariente  inicial hasta mis dos hermanas completas, gracias a quienes pude reconstruir la historia de mis padres, fallecidos ambos al momento de encontrar, aquel glorioso e inovidable 23 de junio de 2022 .

Para aquellxs que transitamos nuestra vida desconociendo nuestra raigambre inicial, ignorar, desconocer, se vuelve costumbre; algo a lo que nos habituamos. Un típico ejemplo al que solemos acudir para dar a conocer lo que nos pasa, es que nos acostumbramos a responder  con un "desconozco mis orígenes biológicos" cuando un médico nos pregunta por nuestros antecedentes genéticos y familiares. Nos habituamos a que aquel acontecimiento inicial y fundante de nuestras vidas, determine, como hecho abarcativo de nuestra existencia toda, que detrás de la puerta inicial de nuestra historia solo haya  casilleros en blanco...

 En su libro Yoga, Emmanuel Carrére habla de" ese magma que llamamos identidad,", quizá sea una idea que pueda ayudar a entender el núcleo ardiente de una persona a la que por la razón que sea, le fue cortado ese trozo inicial de vida; ya que magma alude a mezcla,a un conjunto desordenado, confuso, no de cualquier cosa, sino de la masa de rocas fundidas que se encuentran en el centro del globo terráqueo, nada más y nada menos que ese núcleo duro que estuvo en el inicio de la conformación de toda la vida en la tierra tal como la conocemos...

Cuando se encuentra,sea que se trate de la totalidad o de una parte de los propios orígenes, la existencia toda se conmueve. " La tierra se mueve bajo mis pies" solía responder cuando me preguntaban cómo me sentía por aquellos días de revolución total posteriores al encuentro...alcancé a publicar algo al respecto en el otro blog sobre el tema, en "Asuntos de identidad y origen", en el que utilicé la palabra tsunami para intentar ilustrar la conmoción.

Después, fue imprescindible hacer silencio, volverme hacia adentro, tomar consciencia de que lo sucedido era algo GRANDE, algo que tomaría tiempo acomodar...

Tres años después de aquel momento, y muy lentamente, voy emergiendo del balbuceo y la emoción inmensa sin palabras posibles, voy pudiendo entender, reflexionar, empezar a contar acerca de la alegría de haber encontrado mis orígenes, claro, pero también acerca del enorme trabajo psíquico y vincular que implica este hecho. 

Lejos de los finales felices al estilo cuentos de hadas, se trata de ponerse a trabajar, en unx mismx, para absorber, no solamente los nuevos datos que la historia nos ofrece, sino también reubicarnos subjetiva y emocionalmente frente a ese trozo faltante de nuestra vida que nos llega.Y frente a esas nuevas personas que arriban a nuestra vida con el título de hermanxs, padre, madre, primxs, que son a la vez unos totales desconocidos, con lxs que , de mediar la enorme dicha de la voluntad recíproca de hacerlo, se podrá intentar construir algún vínculo, el que se pueda, en una experiencia humana singular e inédita, que permitirá, en los mejores casos, reparar en algo los tiempos, los momentos, los lugares perdidos...

Gracias a mis queridas hermanas M. Susana y M. Julia, junto a quienes aparezco en la foto del primer encuentro, por ser de aquellas personas abiertas y generosas que se han prestado a vivir la experiencia de dejarse movilizar por las partes ocultas de la historia familiar que salieron a la luz con mi llegada, y por querer y aceptar en medio del terremoto emocional, intentar construir un vínculo de hermandad conmigo.

Ahora sí puedo dar por cerrado este querido espacio de blog!